Citroen Grand C4 Picasso PureTech 1.6 180 CV vs Peugeot Traveller Compact Active BlueHDi 2.0 150 CV
MensajePublicado:25 Oct 2019, 13:03
Acabo de ver en AutoJournal un artículo en el que despiden al Citroen Grand Picasso, que por lo visto se ha dejado de fabricar en 2019 (aunque acabo de mirarlo en la página oficial de www.citroen.es, y tanto el C4 Spacetourer, como el Grand C4 Spacetourer siguen a la venta; lo único que ha cambiado es la desaparición del apellido “Picasso"). Y precisamente, llevaba desde agosto pensando en escribir una prueba comparativa entre ese coche y el nuestro, un Traveller.
El verano pasado estuvimos de vacaciones en Gran Canaria, y durante una semana estuvimos usando un Citroen Grand Picasso PureTech 1.6 180 CV (gasolina). Y esos días fueron una ocasión estupenda para hacer una prueba comparativa de este coche, respecto del nuestro, que es un Traveller Compact Active BlueHDi 2.0 de 150 CV. El objetivo de esta prueba es responder a una pregunta que me hice en su momento: Para una familia de 6 personas como la nuestra, ¿podría ser interesante comprar un monovolúmen grande, para 7 plazas, como un Grand C4 Spacetourer, o es mejor un vehículo derivado de un comercial, como el Traveller Compact?
Así que, aunque sea a destiempo, aquí van mis impresiones, por si a algún forero le resultan útiles:
Lo primero, y más importante para mí: el espacio disponible. En el Grand Picasso, hay 7 plazas, pero no todas son iguales, ni mucho menos. Las plazas delanteras y centrales (éstas, en butacas independientes) son amplias y cómodas. Además las plazas centrales se pueden mover para modular el espacio; en este aspecto, me parece mejor que el Traveller (ya que en este, como sabéis, hay un mueble con 2 asientos y otro con 1; ambos se mueven por raíles, pero si tuviéramos 3 butacas independientes sería aún mejor). Pero las plazas traseras son el talón de Aquiles de este coche: en la parte positiva, son fácilmente escamoteables, dejando un piso plano en el maletero, que en esas condiciones (5 plazas y las 2 supletorias traseras, plegadas en el suelo) tiene un volúmen muy decente. Ahora bien, en la parte negativa: si se usan esas plazas (y para nosotros era necesario usar una de ellas, en todos los viajes), se aprecia en seguida que son eso, plazas supletorias, pensadas más para niños o para personas de poca estatura, y con la idea de “sacarnos de un apuro” en ocasiones puntuales. Pero para usarlas a todas horas, claramente no cumplen con el mínimo de ofrecer un espacio razonable para un pasajero. El espacio es limitado, incómodo, y muy dependiente de la posición de la butaca que vaya delante. Por último, hay una barra metálica grande en el maletero, que hay que retirar cuando se usan las butacas supletorias. En resumen, muy poco cómodo, la verdad, si tienes que usar esas butacas. En comparación, la tercera bancada del Traveller es infinitamente más cómoda, y desde luego, perfectamente capaz para llevar a 3 adultos con espacio suficiente para hacer un viaje largo en condiciones.
Este video de Motorgiga muestra lo que estoy diciendo:
Por tanto, para una familia como la nuestra, y a pesar de que este coche es igual de largo que el Traveller Compact (4,6 m), el espacio ofrecido por el Grand C4 Spacetourer es insuficiente. Pero para una familia de 5, con hijos pequeños y que lleva en el coche de vez en cuando a un abuelo, o a un amigo de los niños, sí podría ser suficiente.
Una vez aclarado el tema esencial del espacio, en el resto de aspectos el Grand C4 Picasso me pareció un coche muy bien diseñado, cómodo, y con este motor, capacitado de sobra para viajes en autovía con 6 personas y algo de equipaje (ocupando la séptima plaza). El motor tiene suficiente potencia para subir cuestas de montaña sin problemas, y para mantener buenos cruceros en autovía. Sin embargo, me pareció llamativo percibir menos potencia en este motor (que tiene 180 CV) respecto del nuestro (que tiene 150 CV), teniendo en cuenta que además, el Traveller pesa más que el Grand C4 Picasso. Me figuro que la clave está en el par motor, del que se habla poco en pruebas de coches, cuando en muchos casos es el responsable final de la sensación de potencia de los motores (más que las cifras de CV): en el PureTech 180 CV, es de 150 Nm a 1650 rpm; en el BlueHDi 150 CV, es de 370 Nm a 2000 rpm. Es decir, el BlueHDi tiene más del doble del par del PureTech, y ahí creo que se refleja, entra otras cosas, la mayor cilindrada del BlueHDi.
La carrocería me parece bonita y muy bien diseñada, con un cristal frontal enorme, que da una sensación de visión tremenda; el precio a pagar es que, a veces y con mucho sol, hay que adelantar los parasoles y cubrir parte del cristal para protegerse del sol.
El hueco entre las dos butacas delanteras está ocupado por una consola con un espacio con tapa y sitio para dejar llaves. Es cómodo, pero a cambio, no dispones de ese espacio para otros usos posibles, como ocurre en el Traveller (ejemplos: el perro, una nevera, o bien espacio libre para salir por la bancada central, en aparcamientos muy estrechos). En la parte positiva: tienes más espacios disponibles que en el Traveller para soltar “archiperres”: llaves, gafas, teléfonos, etc.
El cuadro de mandos en nuestro Grand C4 Picasso era todo digital pero no con pantallas, porque era ya un modelo con algunos años; en el coche que usamos tampoco había pantalla compatible con Android Auto o CarPlay: sólo había una pantalla monocroma para gestionar algunos mandos; pero he visto que en los modelos actuales sí han incorporado estos sistemas, en una pantalla a color, como es normal ahora mismo, tanto para los controles principales (velocidad y mapas, en la parte superior), como para los secundarios y AndroidAuto/CarPlayh (en otra pantalla inferior). Lo que no me gusta es la posición central de la pantalla con todos los indicadores, porque me parece que es más incómodo que una pantalla ubicada justo enfrente del conductor. Esto me imagino que es opinable y también depende de a lo que uno esté acostumbrado, pero a mí no me convence, la verdad.
Nuestro coche era manual, y la ubicación de la palanca es cómoda; a veces se me hacían un poco largos los escalonamientos de las marchas, probablemente con la idea de reducir el consumo. En todo caso, exprimiendo el cambio, el coche tenía suficiente empuje, como indiqué antes.
Otro aspecto que no me gustó nada es el freno eléctrico. Admito que permite eliminar la palanca de freno (que ocupa un espacio no desdeñable), pero la verdad es que no me da la misma sensación de seguridad que una palanca. Al arrancar hay que quitarlo, y al aparcar ponerlo (como todos los coches, claro), pero al hacerlo, siempre me quedaba un punto de duda sobre si lo había frenado correctamente o no (a pesar de que sale un indicativo en la pantalla, cuando el freno esá puesto). Igual es que uno ya es viejo, pero la verdad, yo prefiero una palanca de freno de toda la vida.
En cuanto a la sensación dinámica en carretera, lógicamente el coche tiene una sensación más parecida a un turismo que el Traveller; en buena medida se debe a la menor altura, pero creo que también tiene que ver que la suspensión está claramente orientada al transporte de personas (aunque a veces se me hacía algo blanda), por contraste con el Traveller, cuyo diseño y estructura ha sido diseñado tanto para vehículos puramente industriales, como para vehículos de transporte de personas. En este sentido, para quienes vengan de turismos, el Grand C4 Spacetourer le resultará posiblemente más familiar que un Traveller. A mí, globalmente me resulta más cómodo el Traveller, fundamentalmente por tener siempre la sensación de más empuje y más control sobre la carretera, por ir más alto. Aunque admito que, aquí también, la costumbre influye. Además, me gusta más ir sentado en la posición del Traveller: más derecho, menos “echado” que en el Grand C4 Spacetourer.
En cuanto a consumos, no os puedo decir, porque en una semana es un tiempo corto para hablar, y además no me puse a controlarlos. No me pareció que el Grand C4 Picasso gastara demasiado, pero es mera sensación.
En resumen, mi sensación es que el Grand C4 Spacetourer es un gran coche para familias de hasta 5 personas, que quieran tener más espacio de lo normal y posibilidad de llevar a alguna persona más (poco voluminosa) de vez en cuando. Pero para las familias como la nuestra (de 6 o más miembros), el Traveller Compact (y no digamos ya carrocerías más largas) es una alternativa mucho más apropiada, por espacio y por comodidad.
El verano pasado estuvimos de vacaciones en Gran Canaria, y durante una semana estuvimos usando un Citroen Grand Picasso PureTech 1.6 180 CV (gasolina). Y esos días fueron una ocasión estupenda para hacer una prueba comparativa de este coche, respecto del nuestro, que es un Traveller Compact Active BlueHDi 2.0 de 150 CV. El objetivo de esta prueba es responder a una pregunta que me hice en su momento: Para una familia de 6 personas como la nuestra, ¿podría ser interesante comprar un monovolúmen grande, para 7 plazas, como un Grand C4 Spacetourer, o es mejor un vehículo derivado de un comercial, como el Traveller Compact?
Así que, aunque sea a destiempo, aquí van mis impresiones, por si a algún forero le resultan útiles:
Lo primero, y más importante para mí: el espacio disponible. En el Grand Picasso, hay 7 plazas, pero no todas son iguales, ni mucho menos. Las plazas delanteras y centrales (éstas, en butacas independientes) son amplias y cómodas. Además las plazas centrales se pueden mover para modular el espacio; en este aspecto, me parece mejor que el Traveller (ya que en este, como sabéis, hay un mueble con 2 asientos y otro con 1; ambos se mueven por raíles, pero si tuviéramos 3 butacas independientes sería aún mejor). Pero las plazas traseras son el talón de Aquiles de este coche: en la parte positiva, son fácilmente escamoteables, dejando un piso plano en el maletero, que en esas condiciones (5 plazas y las 2 supletorias traseras, plegadas en el suelo) tiene un volúmen muy decente. Ahora bien, en la parte negativa: si se usan esas plazas (y para nosotros era necesario usar una de ellas, en todos los viajes), se aprecia en seguida que son eso, plazas supletorias, pensadas más para niños o para personas de poca estatura, y con la idea de “sacarnos de un apuro” en ocasiones puntuales. Pero para usarlas a todas horas, claramente no cumplen con el mínimo de ofrecer un espacio razonable para un pasajero. El espacio es limitado, incómodo, y muy dependiente de la posición de la butaca que vaya delante. Por último, hay una barra metálica grande en el maletero, que hay que retirar cuando se usan las butacas supletorias. En resumen, muy poco cómodo, la verdad, si tienes que usar esas butacas. En comparación, la tercera bancada del Traveller es infinitamente más cómoda, y desde luego, perfectamente capaz para llevar a 3 adultos con espacio suficiente para hacer un viaje largo en condiciones.
Este video de Motorgiga muestra lo que estoy diciendo:
Por tanto, para una familia como la nuestra, y a pesar de que este coche es igual de largo que el Traveller Compact (4,6 m), el espacio ofrecido por el Grand C4 Spacetourer es insuficiente. Pero para una familia de 5, con hijos pequeños y que lleva en el coche de vez en cuando a un abuelo, o a un amigo de los niños, sí podría ser suficiente.
Una vez aclarado el tema esencial del espacio, en el resto de aspectos el Grand C4 Picasso me pareció un coche muy bien diseñado, cómodo, y con este motor, capacitado de sobra para viajes en autovía con 6 personas y algo de equipaje (ocupando la séptima plaza). El motor tiene suficiente potencia para subir cuestas de montaña sin problemas, y para mantener buenos cruceros en autovía. Sin embargo, me pareció llamativo percibir menos potencia en este motor (que tiene 180 CV) respecto del nuestro (que tiene 150 CV), teniendo en cuenta que además, el Traveller pesa más que el Grand C4 Picasso. Me figuro que la clave está en el par motor, del que se habla poco en pruebas de coches, cuando en muchos casos es el responsable final de la sensación de potencia de los motores (más que las cifras de CV): en el PureTech 180 CV, es de 150 Nm a 1650 rpm; en el BlueHDi 150 CV, es de 370 Nm a 2000 rpm. Es decir, el BlueHDi tiene más del doble del par del PureTech, y ahí creo que se refleja, entra otras cosas, la mayor cilindrada del BlueHDi.
La carrocería me parece bonita y muy bien diseñada, con un cristal frontal enorme, que da una sensación de visión tremenda; el precio a pagar es que, a veces y con mucho sol, hay que adelantar los parasoles y cubrir parte del cristal para protegerse del sol.
El hueco entre las dos butacas delanteras está ocupado por una consola con un espacio con tapa y sitio para dejar llaves. Es cómodo, pero a cambio, no dispones de ese espacio para otros usos posibles, como ocurre en el Traveller (ejemplos: el perro, una nevera, o bien espacio libre para salir por la bancada central, en aparcamientos muy estrechos). En la parte positiva: tienes más espacios disponibles que en el Traveller para soltar “archiperres”: llaves, gafas, teléfonos, etc.
El cuadro de mandos en nuestro Grand C4 Picasso era todo digital pero no con pantallas, porque era ya un modelo con algunos años; en el coche que usamos tampoco había pantalla compatible con Android Auto o CarPlay: sólo había una pantalla monocroma para gestionar algunos mandos; pero he visto que en los modelos actuales sí han incorporado estos sistemas, en una pantalla a color, como es normal ahora mismo, tanto para los controles principales (velocidad y mapas, en la parte superior), como para los secundarios y AndroidAuto/CarPlayh (en otra pantalla inferior). Lo que no me gusta es la posición central de la pantalla con todos los indicadores, porque me parece que es más incómodo que una pantalla ubicada justo enfrente del conductor. Esto me imagino que es opinable y también depende de a lo que uno esté acostumbrado, pero a mí no me convence, la verdad.
Nuestro coche era manual, y la ubicación de la palanca es cómoda; a veces se me hacían un poco largos los escalonamientos de las marchas, probablemente con la idea de reducir el consumo. En todo caso, exprimiendo el cambio, el coche tenía suficiente empuje, como indiqué antes.
Otro aspecto que no me gustó nada es el freno eléctrico. Admito que permite eliminar la palanca de freno (que ocupa un espacio no desdeñable), pero la verdad es que no me da la misma sensación de seguridad que una palanca. Al arrancar hay que quitarlo, y al aparcar ponerlo (como todos los coches, claro), pero al hacerlo, siempre me quedaba un punto de duda sobre si lo había frenado correctamente o no (a pesar de que sale un indicativo en la pantalla, cuando el freno esá puesto). Igual es que uno ya es viejo, pero la verdad, yo prefiero una palanca de freno de toda la vida.
En cuanto a la sensación dinámica en carretera, lógicamente el coche tiene una sensación más parecida a un turismo que el Traveller; en buena medida se debe a la menor altura, pero creo que también tiene que ver que la suspensión está claramente orientada al transporte de personas (aunque a veces se me hacía algo blanda), por contraste con el Traveller, cuyo diseño y estructura ha sido diseñado tanto para vehículos puramente industriales, como para vehículos de transporte de personas. En este sentido, para quienes vengan de turismos, el Grand C4 Spacetourer le resultará posiblemente más familiar que un Traveller. A mí, globalmente me resulta más cómodo el Traveller, fundamentalmente por tener siempre la sensación de más empuje y más control sobre la carretera, por ir más alto. Aunque admito que, aquí también, la costumbre influye. Además, me gusta más ir sentado en la posición del Traveller: más derecho, menos “echado” que en el Grand C4 Spacetourer.
En cuanto a consumos, no os puedo decir, porque en una semana es un tiempo corto para hablar, y además no me puse a controlarlos. No me pareció que el Grand C4 Picasso gastara demasiado, pero es mera sensación.
En resumen, mi sensación es que el Grand C4 Spacetourer es un gran coche para familias de hasta 5 personas, que quieran tener más espacio de lo normal y posibilidad de llevar a alguna persona más (poco voluminosa) de vez en cuando. Pero para las familias como la nuestra (de 6 o más miembros), el Traveller Compact (y no digamos ya carrocerías más largas) es una alternativa mucho más apropiada, por espacio y por comodidad.